¿Cómo se reparte una herencia?
Perder un ser querido resulta un acontecimiento doloroso, pero además trae consigo una serie de trámites para poner en orden las obligaciones y derechos que se transmiten a sus herederos o legatarios, con el fin de hacer el reparto de la herencia.
¿Cómo se reparte una herencia? ¿Qué debe realizarse antes de este reparto? ¿Qué situaciones o casos pueden presentarse? Son algunas de las incógnitas que te despejamos en el siguiente artículo.
¿Qué es el reparto de una herencia?
En primer lugar, debemos recordar que la herencia es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que las personas dejan al fallecer y que, como un todo, se transfiere a los herederos.
Por lo tanto, el reparto de la herencia es el acto en el que se produce la partición y asignación de las titularidades de los bienes y derechos de la herencia y se liquidan las deudas que también formen parte de dicha masa hereditaria.
Por supuesto, antes de que se produzca el reparto de la herencia es necesario que el heredero la haya aceptado previamente.
La aceptación o repudio de la herencia
La aceptación de la herencia implica que el heredero entra a formar parte del caudal hereditario, es decir, de todo lo que abarca el patrimonio del causante (persona fallecida). Esta aceptación debe ser voluntaria, de manera expresa (por documento público o privado) o tácita (por actos que demuestran su voluntad de aceptación).
Pero ninguna persona está obligada a aceptar una herencia. Por lo que puede repudiarla, siempre de manera voluntaria, formal y expresa mediante documento notariado.
También existe la opción de aceptar la herencia a beneficio de inventario, lo que significa que el heredero asume las deudas del causante, pero sólo mediante los bienes o derechos heredados. A este tipo de aceptación puede acogerse cualquier heredero, aun cuando la persona fallecida lo haya prohibido en el testamento.
La herencia con testamento o herencia sin testamento
Una vez que se acepta la herencia, para repartirla se debe atender a los dos casos siguientes:
Caso 1. Cómo se reparte una herencia con testamento o sucesión testada
En este caso el causante ha dejado su voluntad explícita mediante testamento, detallando cómo se debe hacer el reparto de la herencia, especificando los bienes que otorga a ciertas personas.
El reparto de una herencia cuando existen legatarios
En el reparto de una herencia con testamento también existe la posibilidad de que el causante nombre como beneficiario a un tercero (legatario), es decir, a una persona con la que no tenga ningún parentesco.
A esto se le denomina legado. Y el legatario sólo recibe lo que ha sido asignado por el propio testador.
Sin embargo, la partición de bienes mediante testamento no debe lesionar los derechos de los herederos, y debe atender siempre a los porcentajes establecidos en las normas legales (legítimas). Pero es una excelente forma de evitar pugnas en el momento de la distribución de bienes.
Caso 2. Cómo se reparte una herencia sin testamento o sucesión ab intestato
Las herencias sin testamento se reparten de acuerdo al derecho y orden de sucesión que establecen las leyes hereditarias y atendiendo a los porcentajes de la legítima. Normalmente, este tipo de herencias suelen ser más conflictivas.
En este caso, los herederos y las proporciones que les corresponden del caudal hereditario, se determinan en un documento público denominado declaración de herederos ab intestato, de acuerdo a la legislación civil que deba aplicarse.
Esta declaración de herederos debe formalizarse ante un Notario y es requisito para proceder con el reparto de la herencia.
El cuaderno particional
Ante la falta de acuerdo entre los herederos, en caso de que no exista testamento o cuando exista, pero no especifica el reparto de los bienes entre los beneficiarios, se procede a elaborar un cuaderno particional, es decir, un documento en el que se reparte el patrimonio hereditario entre las personas llamadas a heredar.
Es realizado por un profesional experto en materia de herencias.
¿Cómo se reparten las porciones de una herencia? ¿Qué es la legítima?
Independientemente del tipo de bienes o del lugar en el que se encuentren, dentro o fuera del país, el reparto de una herencia debe atender a la legítima.
La legítima es la porción o porcentaje de bienes que la ley reserva o protege para algunos herederos, denominados herederos forzosos, como los hijos, los padres o los cónyuges sobrevivientes.
Según el Código Civil, la herencia puede dividirse en tres partes:
- Un tercio de la herencia que corresponde a la legítima. Es la opción de la herencia que reservan las leyes para los herederos forzosos.
- Un tercio de la herencia que es de libre disposición. Del que puede disponer el testador, en parte o en todo, para la persona que desee, sea esta un familiar o no.
- Un tercio de la herencia para la mejora de uno o varios descendientes. Se trata de un porcentaje de patrimonio que se puede disponer para favorecer a uno o a varios hijos.
Variación de los tercios de la herencia
Existen Comunidades Autónomas en las que el tercio de la legítima ha sufrido variaciones. Por ejemplo:
- En Cataluña y en Galicia el tercio de la legítima fue reducido a sólo una cuarta parte del caudal hereditario.
- En Aragón el tercio de la legítima fue incrementado al 50% del total del patrimonio de la herencia.
En el caso de que se reparta la herencia según lo dispuesto en el testamento, pero uno o varios herederos no se encuentren de acuerdo porque les lesiona sus derechos de sucesión, pueden proceder a su impugnación por vía judicial.
Por esto, es necesario contar con la guía de un abogado especializado en herencias, tanto a la hora de realizar un testamento, para que se respeten las legítimas y otras regulaciones legales, como para proceder con el reparto de la herencia, formalizar la declaración de herederos y evitar conflictos.
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